HOY ES EL DÍA MUNDIAL DEL ALZHEIMER, y queremos enviar un especial recuerdo y apoyo a todas aquellas personas que padecen esta enfermedad, así como a todos sus familiares.

En general el Alzheimer se diagnostica en personas mayores de 65 años, aunque, con menor prevalencia, hay casos de aparición precoz.

Los afectados de Alzheimer muestran una alteración de la memoria, además de cambios psicológicos, sociales y de comportamiento. Comienza por tareas más complejas, como planificar y
secuenciar una serie de conductas, hasta llegar a otras más básicas como andar, comer o vestirse. También puede afectar al lenguaje y a la capacidad de reconocer y manipular objetos. Además, provoca desorientación espacio temporal y personal, cambios en el estado de ánimo y pérdida de iniciativa.

Según la sociedad española de Neurología (SEN)

  • El 35% de los casos de Alzheimer se pueden atribuir a nueve factores de riesgo modificables: controlar la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo, la depresión, la inactividad cognitiva, la hipoacusia y el aislamiento social podrían potencialmente prevenir entre 1 y 3 millones de casos de Alzheimer en el mundo.
  • Actualmente unas 800.000 padecen Alzheimer en España.
  • El coste del tratamiento del Alzheimer en España supone el 1,5% del producto interior bruto nacional.
  • Cada año se diagnostican en España unos 40.000 nuevos casos de Alzheimer.
  • Se estima que el 80% de los casos de Alzheimer que aún son leves están sin diagnosticar.
  • Entre el 30 y el 40% de los casos totales de Alzheimer están sin diagnosticar en España.

Hoy en día, los estudios científicos observan un papel importante de la inflamación sistémica en la patogénesis de la enfermedad de Alzheimer. El papel de la inflamación sistémica, y de hecho la inflamación en general, todavía se considera en gran medida como un contribuyente al proceso de la enfermedad más que como una causa. Al comprender mejor los procesos inflamatorios e inmunorreguladores de la EA, debería ser posible desarrollar enfoques antiinflamatorios que pueden no curar la EA, pero que probablemente ayudarán a retrasar la progresión o retrasar la aparición de este trastorno devastador.

En los últimos años, la ciencia se ha centrado en el papel de la microbiota en la EA.

Según el estudio publicado por Marta Sochocka en la revista Molecular Neurobiology en 2019, los mecanismos destructivos del cerebro que pueden conducir a la demencia y la EA, comienzan con la disbiosis del microbioma intestinal, el desarrollo de inflamación local y sistémica y la desregulación del eje intestino-cerebro. El aumento de la permeabilidad de la barrera epitelial intestinal da como resultado la invasión de diferentes bacterias, virus y sus productos neuroactivos que apoyan las reacciones neuroinflamatorias en el cerebro. Parece que la hipótesis inflamatorio-infecciosa de la EA, con el protagonismo del microbioma intestinal, adquiere cada día más peso. Se postula firmemente que la EA puede comenzar en el intestino y está estrechamente relacionada con el desequilibrio de la microbiota intestinal. Esta es un área prometedora para la intervención terapéutica. La modulación de la microbiota intestinal a través de una dieta personalizada o una intervención beneficiosa de la microbiota, alterando los socios microbianos y sus productos, incluida la proteína amiloide, probablemente se convertirá en un nuevo tratamiento para la EA.

Para llevar una vida adecuada a las necesidades de una persona mayor con Alzheimer existen una serie de recomendaciones que ayudan a sobrellevarlo y a mejorar el bienestar de estas personas mayores.

  • Crear horarios y una rutina.
  • Comunicarse en un tono amable, cercano y captando su atención.
  • Mantener una rutina familiar involucrando al afectado en las tareas de la casa.
  • Planificar actividades para motivar y estimular su función cognitiva
  • Evitar situaciones que le provoquen estrés o desorienten.
  • Organizar la casa para evitar caídas o accidentes y facilítale las cosas para su dependencia.
  • Una dieta sana y ejercicio físico adaptado y supervisado, ayudará a mantener el estado físico y las funciones cognitivas.

¡Desde aquí todo nuestro cariño y nuestro apoyo!

 

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